Asertividad: qué es y consejos para trabajarla

por | Jun 17, 2021 | artículos | 0 Comentarios

Muchas veces, nos reservamos nuestras opiniones o creemos no tener la iniciativa para mostrar nuestro descontento o defender nuestros derechos.

Puede que, en algunas ocasiones, hayas decidido pasar por alto lo que consideras una falta de respeto o algo con lo que no estás de acuerdo, pensando en que es mejor no decir nada.

Sin embargo, al no mostrar nuestra opinión o nuestras emociones, es posible que no sea la mejor solución. Guardarnos todo para nosotros mismos puede provocar que se pueda llegar a estallar, en un episodio de ira.

En este tipo de situaciones, la asertividad juega un papel fundamental. Precisamente, en este post os quiero hablar sobre lo que es y, lo más importante, os quiero dar una serie de consejos para trabajarla.

¿Qué es la Asertividad?

Se podría definir la asertividad como la capacidad de comunicar tus opiniones, sugerencias y defensa de derechos o ideas de forma honesta. Una capacidad que tiene que ir alineada con nuestros pensamientos y necesidades, aunque muestren una posición contraria a la mostrada a la otra persona.

Eso sí, la asertividad muestra que esta comunicación ha de ser pausada, firme y tranquila, nada de agresiva o frágil. La asertividad es, en definitiva, la capacidad de poder expresar firmemente los sentimientos y opiniones que cada uno tiene.

Como ya he comentado, en muchas ocasiones se renuncia a ser asertivo, reservando las propias opiniones para no herir susceptibilidades o por temer un enfrentamiento dialéctico con otras personas.

La ausencia de asertividad suele ir ligada a la falta de autoestima y de confianza en uno mismo. Además es cierto que muchas veces se exige, desde que uno es pequeño, a intentar complacer a los demás y así evitar rechazos o confrontaciones.

Sin embargo, el hecho de siempre querer complacer implica un sacrificio. Por ejemplo, no te apetece lo más mínimo tener que hacer un recado o crees que te va a complicar el día. Si no le dices a esa persona que prefieres no hacer ese recado, lo harás, pero no te sentirá a gusto contigo mismo.

Es más, puede que al principio te niegues a hacerlo, pero ante la insistencia de la otra persona terminas por ceder. De nuevo, la autoestima queda dañada al ceder, pudiendo aparecer patologías como la ansiedad.

Técnicas para trabajar la Asertividad

Muchas veces, se habla de la personalidad copara definir a una persona poco asertiva, pero la realidad es que la asertividad también se puede entrenar. Hay una serie de técnicas o mecanismos que pueden ser de gran utilidad y que os voy a mostrar a continuación.

Banco de Niebla

Siempre que hay una discusión, hay un punto en el que puedes sentir que la otra persona te está intentando convencer o incluso manipular. En este sentido, puedes optar por darle la razón en parte a la otra persona y realizar los matices pertinentes a posteriori, dejando entrever que no vas a modificar tu opinión o juicio global, pero que partís de un nexo en común. Así, podrás acercar posturas y restarle tensión a la discusión.

Hablar desde tu perspectiva y tus sentimientos

La verdad no es absoluta. Nadie la tiene, pero lo que sí es cierto es que cada uno de nosotros tenemos nuestra verdad. A la hora de hablar con el resto de personas, es necesario recalcar qué es lo que sientes y cuál es tu opinión, no atacando a la otra persona o mostrando cierto autoritarismo.

Disco Rayado

Tal y como he comentado anteriormente, puede que al principio de un momento tenso te niegues a realizar una acción y termines cediendo ante la insistencia de la otra persona. Ante esta coyuntura, muchas veces se cede por puro agotamiento, al sentirte mal por tener que decirle que no. Para evitar ese agotamiento, lo mejor es tener un argumento y mantener lo constantemente. La repetición debería de ser suficiente para que la otra persona ceda en su interés de convencerte.

Rebaja del Estrés

El estrés es muy común en las personas menos asertivas. Una persona nerviosa, con mayor índice de cortisol, es mucho más fácil que pierda el control y no sepa mantenerse firme, sino es con cierta agresividad. Obviamente, paliar el estrés mejorará la forma en la que nos relacionamos y hacer ver, de forma clara, nuestra postura, sin necesidad de ser hiriente. En este artículo, os muestro diferentes técnicas que te ayudarán a gestionar el estrés.

Autoestima

Si no tienes confianza en ti mismo, va a ser muy difícil que te mantengas firme ante otras personas. Por eso, trabajar el autoestima va íntimamente ligado con la asertividad. Tener muy claras tus virtudes y fortalezas o los valores con los que te guías son fundamentales para ser más asertivo. Es más, la propia asertividad ayudará a que te reafirmes en tus capacidades. En este artículo, ahondo más en las claves para mejorar la autoestima.

Viendo todas estas técnicas y claves ,poco a poco podrás recuperar la confianza para ser más asertivo. Puede que, al principio, te cueste más, pero seguro que en el medio y largo plazo te sentirás mucho contigo mismo.