La capacidad para poder controlar nuestras propias emociones puede ser una virtud muy importante. No en vano, es lo que hace que nos podamos manejar de forma eficaz y con menor estrés ante situaciones de crisis. Estoy hablando del autocontrol emocional.
Hay muchos beneficios que surgen del autocontrol emocional, desde un mayor éxito profesional y social a y un mayor bienestar personal. Es una herramienta que, como cualquier otra habilidad, se puede entrenar.
El Autcontrol Emocional: ¿qué es?
Se podría decir que el autocontrol emocional es la capacidad de un individuo para gestionar sus sentimientos y emociones, tanto positivas como negativas, con el fin de poder interiorizarlas y de comunicarlas posteriormente.
En definitiva, es la posibilidad de tomar las riendas y dominar nuestras emociones, comportamientos o deseos, con el fin de tomar una decisión serena y eficaz. Una habilidad que es cada vez más demandada en el entorno laboral, pero que puede tener numerosos beneficios a nivel personal.
Gracias al autocontrol emocional, se puede controlar el estrés bajo presión, se puede mejorar la autoestima, la capacidad de concentración o saber afrontar situaciones adversas. Interesante, ¿verdad?
Cómo Mejorar el Autocontorol Emocional
Ahora, te voy a mostrar una serie de pautas o aspectos clave que te ayuden en este proceso. Seguramente, te pueda resultar interesante este artículo que escribí sobre la inteligencia emocional y que es la base en la que se sustenta el autocontrol.
Aceptación y Motivación de las Emociones
Muchas veces, se piensa que la clave está en “obviar” las emociones y sentimientos que tenemos, ¡nada más lejos que la realidad! No por ignorar las emociones, van a dejar de existir. Sin embargo, aceptarlas y reconocerlas no serán de vital importancia.
Al igual que aceptar las emociones, necesitarás realizar un ejercicio de introspección para entender qué es lo que las motivan: ¿por qué me siento alegre, triste o furioso? Saber qué los que hay detrás permitirá trabajar mucho mejor en la reacción ante ellas y, además, hará que te puedas conocer mejor a ti mismo. Lo mejor es poder identificarlos desde fuera, pasado el tiempo y una vez ya no estén presentes dichas emociones.
Conciencia del Control y Límite
Querer mejorar sin sabe el qué no tiene demasiado sentido, ¿no te parece? Así, hay que saber qué se está haciendo mal, cuáles son los límites que no se quieren sobrepasar y qué hábitos o aspectos provocan que alcancemos dicho límite. La mejor opción es una vez sabido, sepamos anteponernos ante nuestra reacción “exagerada”.
En ciertas situaciones, antes de llegar a pasar ese límite, es mejor aislarse y esperar a intentar permanecer en el sitio y de forma indiferente, pensando en cual es la reacción más adecuada, según el contexto.
El Poder de la Respiración
Cuenta hasta 10. Sí, conseguir entrenar la capacidad para la respiración hará que “ese primer impulso” se diluya y pensemos con la cabeza mucho más fría. Buscar en a respiración un momento de reflexión, pausa y armonía es útil, pero para ello hay que ensayarlo previamente.
Practica ejercicios de respiración coherente, respirando por la nariz tranquilamente durante 6 segundos y exhalando otros 6, contando hasta 10 para luego repetir. No hace falta que sea una respiración profunda con el objetivo de llenar los pulmones, con oxigenar el cerebro será suficiente, recuperando el control sobre la mente. Si lo ensayas previamente, seguro que en momentos clave te saldrá de forma automática, ¡pruébalo!
Ejercicios de Relajación
Lo he dicho en multitud de ocasiones, como en este artículo. Gracias al ejercicio físico, podemos encontrar numerosos beneficios en nuestra salud mental. Uno de ellos consiste en la reducción del estrés. Pues bien, realizando ejercicio de manera regular, produciremos noradrenalina, la hormona que hace frente a las situaciones de mayor tensión.
Asimismo, es interesante hacer ejercicios concretos de relajación muscular, por ejemplo, después de hacer una actividad física. Consiguiendo que el cuerpo se relaje, mejorarás tu autocontrol emocional.
Meditación y Distracción
La mente nos puede jugar muy malas pasadas. En este sentido, conviene hacer hincapié en dos aspectos. Por un lado, en el poder de la meditación, cuyas técnicas nos pueden ayudar en la prevención de los sentimientos más negativos y a su control.
Por el otro, la distracción hacia otros pensamientos nos puede ser de utilidad para que las emociones negativas no sean tan impactantes.
Como puedes ver, hay numerosas cuestiones a tener en cuenta para mejorar el autocontrol emocional. Si crees que necesitas ayuda profesional, te puedo ayudar con mis terapias orientadas al crecimiento y desarrollo personal.