Muchos de los problemas que tienen los pacientes que vienen a mi consulta tienen que ver con la percepción de sí mismos. Ya sea de manera implícita o explícita, estos problemas psicológicos son una importante barrera en nuestro día a día.
Efectivamente, me refiero a la autoestima, un concepto que es fundamental para desarrollar nuestros proyectos personales y adoptar una actitud positiva para poder afrontar la vida. Ya de por sí, suena importante, ¿verdad?
Dicho de otra manera, la autoestima es la valoración sobre nosotros mismos. Ya sea una valoración sobre nuestras aptitudes, como nuestros actos, termina por construir una idea sobre nuestra persona.
En concreto, os recomiendo en este artículo una serie de claves que pueden ser de gran interés para que podáis mejorar. Una serie de técnicas con las que, poco a poco, podréis mejorar.
Además, desde hace tiempo, se viene especulando con una serie de “remedios” que hacen que mejoremos en nuestra autoestima y científicamente no tienen ningún valor. Absolutamente ninguno.
Esto se debe a que vivimos en la cultura de la felicidad, donde a veces incluso se nos presiona para ser felices. Este hecho es muchas veces contraproducente.
Imagínate que, en tu cabeza, siempre te repites el mensaje de que tienes que ser feliz y que, al final, te das cuenta de que no lo estás consiguiendo, te hará sentir peor. Por eso, huye de todo aquello que huela a “manual de autoayuda de rastrillo”, ¡es mi recomendación!
Si creéis que tenéis graves problemas de autoestima, también podéis realizar una terapia diseñada para llegar al origen de esta falta de autoestima y cómo solucionarlo. En mi consulta, estoy especializado en tratamientos de problema de autoestima.
Aumenta tu autoestima con estas recomendaciones
Ahora, os voy a dar una serie de recomendaciones que nos pueden ayudar a combatir la baja autoestima y que espero que os pueda ser de gran utilidad. ¡Recordad! Todos estos aspectos los trabajo en las terapias para que tu autoestima sea, cada vez, mayor.
Detecta el origen de tu baja autoestima
Sin saber qué es lo que te produce baja autoestima, va a ser imposible que encuentres mecanismos para poder mejorarla. Esto es muy obvio, pero hay veces en las que no nos percatamos de ello. En muchas ocasiones, la falta de autoestima se genera en la infancia. Es necesario plantearse por qué tienes ciertos temores y cómo resolverlos.
Sobre todo, ¡inténtalo!
Una de las calves que fomentan un sentimiento bajo de autoestima es directamente no hacer nada. Como lo oyes, la propia inacción es la que te conduce en una espiral en la que dejas de confiar en ti mismo. Enfrentar el problema o intentar hacer algo, aun a sabiendas de que vas a fracasar, es la mejor manera de recuperar tu autoestima.
Guíate por tus valores
Hay veces que nos fijamos objetivos irrealizables. Objetivos que, a todas luces, no se van a cumplir, como si nos imagináramos una realidad paralela y utópica. El problema es cuando chocamos de frente con la realidad y nos frustramos, al no conseguirlo.
Es inevitable no ponerse objetivos en la vida, ya sea en el terreno laboral, como en el personal. De la misma manera, hay que seguir motivado para poder alcanzar tus metas o, al menos, estar a gusto con los resultados obtenidos, ¿pero cómo hacerlo?
Es necesario cambiar de mentalidad y -¡ojo!- es muy complicado. En vez de pensar en un objetivo como un fin, es mejor pensar en todo lo que ganamos por el camino. Es decir, en el esfuerzo por preservar aquellos valores positivos que nos empujan hacia ese objetivo. Algunos de estos valores son el propio esfuerzo, la tenacidad o la capacidad de superación y son inherentes a que hayas logrado o no ese objetivo. Además, los valores son los que te acaban definiendo.
Pensar en tus virtudes y fortalezas
Para una persona con baja autoestima, es muy difícil encontrar aquellos puntos fuertes que absolutamente todas las personas tenemos. Sí, es necesario hacer un esfuerzo que, a veces, se antoja imposible. ¿Y cómo lo conseguimos? Precisamente, podemos volver a la clave de la aue acabo de hablar, ¡pero dándole la vuelta!
Piensa en algún logro que hayas conseguido en tu vida. Una meta que hayas conseguido, ¿ya lo tienes? De acuerdo, Ahora piensa en las características que hacen de una persona para conseguir alcanzar dicha meta. ¡Efectivamente! Estamos hablando de ciertas características y valores que nos permitieron, en su día, alcanzar una meta.
Gracias a esta introspección, cuando creas que estás siendo cuestionado, ya sea por ti mismo o por terceras personas, puedes recurrir a este tipo de adjetivos y valores que te delatan. ¡Así te sentirás más seguro!
Respuestas racionales, en vez de pensamientos negativos
En las personas con baja autoestima, es normal que se tengan continuamente pensamientos negativos ante cualquier situación. En esos momentos, los pensamientos negativos suelen ser totalmente irracionales, carentes de sentido y que siempre vislumbras como algo que va a tener consecuencias negativas.
Hay que hacer hincapié en las emociones que se desprenden de estos pensamientos negativos. Conoce mejor qué es lo que implican esas emociones y qué te hacen sentir. Si consigues llegar a este punto, junto con el hecho de conocer tus fortalezas y valores, tendrás una mejor capacidad de respuesta.
La autocompasión o como sentir empatía por ti mismo
Qué raro suena esto que estoy diciendo, ¿verdad? Si, precisamente, el problema de muchas personas es que carecen de empatía, pero aquí estamos hablando de poder perdonarnos a nosotros mismos, por nuestros errores o fracasos.
Cuando se tiene una autoestima baja, el mayor crítico somos nosotros mismos. Estamos todo el rato martirizándonos y, como es natural, es necesario pasar esta parte para poder tener una vida más plena y seguir adelante.
¿Qué hacer en este tipo de situaciones? Ponte, por un momento, en el caso de que ese error o fracaso viene de otra persona. Probablemente, no lo verías como algo tan grave. Por eso, intentar mostrar la empatía que muestras por los demás es síntoma de que estás recuperando tu autoestima.
Ejercicio y posturas corporales
El bienestar mental está íntimamente ligado con el bienestar físico. Esto implica que el cuerpo puede ayudarnos, en buena medida, a encontrarnos mejor mentalmente y, en lo que nos atañe en este artículo, a mejorar la autoestima.
Así, el ejercicio permite reducir la ansiedad, así como reducir los niveles de cortisol y liberar endorfinas. Todo ello, repercute positivamente en nuestra mente.
Cuando se habla de hacer ejercicio, tampoco tiene por qué ser el machacarse todos los días, se habla siempre de hacer un ejercicio moderado, que implique algo de esfuerzo, durante unos 30 minutos al día. Con eso, es más que suficiente.
¡Pero no solo eso! El ejercicio no es la única clave corporal que podemos utilizar para mejorar nuestra autoestima. Otra de la claves reside en modificar nuestra propia postura corporal. Cuando una persona tiene baja autoestima, hay síntomas corporales claros, como caminar encorvado, o mirando el suelo.
Cambiando este tipo de pautas, es muy probable que te sientas mejor. Un ejercicio clave, en momentos de bajo ánimo, es estar un rato con la cabeza elevada y los hombros hacia atrás, durante unos minutos. Esta postura, menos defensiva y que muestra una mayor “entereza”, disminuye el estrés y la ansiedad.
Como veis, hay numerosas cuestiones que abordar a la hora de trabajar en la autoestima y, aunque sobre el papel suene muy sencillo, en la práctica es mucho más complicado. Lo digo por experiencia propia. Por eso, si no te ves con fuerzas para hacer este camino solo, ¡no dudes en consultarme!