La cleptomanía radica en la persona que la padece, es decir, es el individuo quien sufre este trastorno de control de impulsos. Por ello, ante ciertas circunstancias se ven obligados a satisfacer la necesidad de robar cualquier objeto sin importar el valor.
Este acto de hurto, por lo general, puede provocar una ansiedad, por lo que el sentimiento de culpa puede florecer. Por este motivo, suelen aceptar las medidas necesarias para controlar estos impulsos para, posteriormente, recibir ayuda profesional.
Es por ello, que las personas que padecen cleptomanía aceptan las medidas oportunas para controlar los impulsos y recibir ayuda por parte de los diferentes recursos asistenciales que tienen a su alcance.
¿Quieres saber cuáles son las causas, síntomas y tratamiento de la cleptomanía? A continuación te contamos todo lo que necesitas saber sobre este trastorno, ¡empezamos!
¿Qué es la cleptomanía?
La cleptomanía es un trastorno mental que se caracteriza por tener impulsos incontrolados y obsesivos por robar. Asimismo, se trata de un desorden psiquiátrico dentro de los trastornos disruptivos y del control del impulso. Esto sucede cuando el robo responde a una compulsión y no a enfado, venganza o a una idea delirante.
Es necesario recalcar y hacer una separación de los individuos que roban para lucrarse, de una persona cleptómana, la cual no busca el beneficio económico, ya que el propio acto de robar supone un objetivo en sí mismo. Así, pueden llegar a hurtar objetos que carecen de valor e incluso utilidad para la persona.
Si necesitas ayuda con la cleptomanía, puedes realizar terapia para problemas de adicciones aquí. Te ayudaré a identificar las causas, así como poner un tratamiento eficaz para ponerle fin a este trastorno.
En muchos casos, la conducta de este tipo de personas va ligada con otros ámbitos como el familiar, social, personal o laboral. Por ello, es importante que un profesional lleve a cabo una evaluación en profundidad para examinar cada caso.
Síntomas de la cleptomanía
La cleptomanía, en ocasiones, se compara con otro tipo de comportamientos adictivos, ya que se asemejan ciertas características como la conducta de robo y el sentimiento de culpa al ser conscientes del acto delictivo.
El individuo siente una compulsión de robar y, aunque se resista a ella, le genera impotencia y tensión. Para aliviar estas emociones, al final acaba robando el objeto.
La incapacidad para resistirse a fuertes impulsos de robar cosas que no necesitas es alguno de los síntomas que pueden comprender. Así, pueden sentir mayor tensión, ansiedad o excitación antes del robo. Por otro lado, mientras se roba puede sentir placer, gratificación o alivio. Una vez haya terminado el hurto, se puede sentir culpa, odio hacia uno mismo, vergüenza o remordimiento.
Además, si esto es muy recurrente pueden reaparecer los impulsos y entrar en una repetición del ciclo de la cleptomanía. Una persona cleptómana no es un ladrón debido a que, por lo general, la primera de ellas, suele robar objetos inútiles.
Tratamientos para la cleptomanía
A día de hoy no existe un tratamiento perfecto para la cleptomanía. No obstante, un profesional deberá evaluar previamente al individuo para saber a qué se debe su comportamiento y, así poder poner una solución. Por tanto, establecer un tratamiento dependerá de las condiciones del paciente, así como de si padece depresión u otro tipo de trastornos.
Los deseos de robar pueden desaparecer si se llevan unas pautas adecuadas. Esta ayuda se recibe a través de terapias cognitivas y con técnicas que son muy efectivas. Todas ellas se exponen y trabajan en consulta.
Algunas de las técnicas consisten en identificar las creencias y conductas de la persona para poder reemplazarlas por creencias y conductas saludables. Por otro lado, la técnica de sensibilización consiste en recrear una situación de robo, donde el paciente se enfrentará a las consecuencias.
Por su parte, las técnicas de aversión se llevan a cabo para percibir sensaciones negativas que se resuelven en el acto de robar. Asimismo, también se pueden desarrollar a que el paciente controle sus impulsos y se relaje antes ciertas circunstancias.
Sin embargo, antes de empezar con el tratamiento, el paciente debe de reconocer su problema para que sea consciente. Este reconocimiento puede cubrirse con un sentimiento de vergüenza, que impiden la ayuda del profesional. Por este motivo, el tratamiento se puede complicar haciendo que sea más laborioso.
Como puedes observar, la cleptomanía puede causar graves problemas tanto emocionales, como personales y familiares. Ayudar a una persona cleptómana no es tarea fácil. Este tipo de adicciones es importante tratarlas de manera correcta, manteniendo la calma en todo momento.