Una de las claves para gozar de una mejor salud mental es saber qué es lo que nos sucede. De esta manera, podemos ser mucho más conscientes acerca de lo que podemos hacer al respecto para sentirnos mejor.
Por eso mismo, en mis terapias siempre empezamos por esta parte: conocer un poco más las emociones y sentimientos del paciente.
Una de las confusiones que me he topado en mi carrera ha sido acerca de la depresión y la ansiedad. Sus síntomas negativos son más que evidentes y en ocasiones son comunes e incluso pueden ir unidos, pero no, no son exactamente lo mismo.
Eso sí, en ciertas ocasiones hay una clara combinación de ambos factores. Es más, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) diagnostica este problema como trastorno mixto ansioso-depresivo.
Saber diferenciar estas emociones, a veces tan sumamente complejas, puede ser fundamental, ya que el tratamiento no tiene que ser necesariamente el mismo.
En este artículo, os voy a hablar de las diferencias entre la depresión y la ansiedad, dos de los mayores problemas de salud mental que más suelo tratar.
Diferencias entre depresión y ansiedad
La primera diferencia que puedo resaltar acerca de la depresión y la ansiedad reside en la propia definición de cada una como enfermedad mental. Mientras que la depresión suele responder a una serie de patrones fijos, la ansiedad engloba muchos factores diferenciales.
La depresión se caracteriza por el bajo estado de ánimo del paciente y su baja motivación, mientras que la ansiedad se manifiesta como respuesta ante uno o varios factores externos.
Causantes del trastorno
A partir de este hecho, ya podemos encontrar una diferencia fundamental y es el causante del trastorno. Por un lado, en la depresión no hay una causa aparente de un bajo estado de ánimo. Es decir, no hay una clara relación causa-consecuencia que derive en esa sensación, por lo que el origen de este trastorno se considera de índole psicológico.
En los cuadros de ansiedad, puede ser por muchos motivos, pero suelen ser fácilmente detectables, los que causan las preocupaciones que mediante la ansiedad se suelen agravar y que dan esa sensación de alarma dentro de nuestra cabeza. Además, se puede agravar por la
Diferencia en el estado de ánimo y emociones
En cuanto a los sentimientos que se desprenden de ambos trastornos, también existen diferentes estados de ánimo que merece la pena discernir entre la depresión y la ansiedad.
Síntomas psíquicos de la depresión
La depresión es una de las enfermedades mentales más importantes que existen en nuestro país y esto se debe a los síntomas tan perjudiciales que produce. Así, y sin una razón aparente, existe un sentimiento de culpa desproporcionado y de desesperación, lo que se hace notorio en la ausencia de motivación personal, por parte del paciente.
Esto se traduce en una baja autoestima y en fases agudas de desesperación llegando a tener, en los casos de extrema gravedad, pensamientos suicidas. El sentimiento predominante, en estos casos, es el de tristeza. En este sentido, cabe resaltar que una de las sensaciones más sintomáticas de una depresión es que el paciente no siente placer con ninguna acción que suela ser placentera.
Síntomas psíquicos de la ansiedad
Padecer ansiedad, de forma regular, tiene algunos síntomas en común con la depresión. Así, mantienen en común la sensación de inseguridad y de falta de confianza. Pero, por otro lado, tiene otros síntomas clínicos más claros, como el agobio y la angustia, procedentes de esa alarma que se ha activado y que percibimos como una amenaza desmesurada.
Otro de los síntomas claros es el de tener episodios de bloqueo mental, debido a que las preocupaciones no nos permiten tener la mente más clara. Para ponerse a salvo, la persona tiene miedo y ganas de huir. A diferencia de la depresión, una persona con ansiedad sí que tiene la capacidad de disfrutar de las situaciones placenteras.
Síntomas físicos de la depresión y ansiedad
Muchos de los síntomas físicos que puede padecer una persona, se pueden deber tanto a la ansiedad, como a la depresión. La sensación de cansancio o fatiga es característica de ambos problemas, así como el hecho de estar inquieto o la dificultad de conciliar el sueño.
Dentro de la depresión, es muy característico tener falta de apetito y, fruto de ello, tener cambios de peso. En cuanto a la ansiedad, los síntomas físicos son todavía más claros. Hay una tensión muscular, aumento de latidos cardiacos o problemas intestinales que encienden todas las alarmas de nuestro organismo.
Tal y como habrás podido comprobar, hay muchas similitudes entre la depresión y la ansiedad, a veces muy difíciles de detectar porque no somos realmente conscientes de nuestras propias emociones. Tanto en las terapias de depresión y de ansiedad que llevo a cabo, lo primero de todo es saber exactamente a que nos enfrentamos para planificar la terapia adecuada, ¡consúltame!