Una de las causas que más conmoción puede generar en una persona es la pérdida de un ser querido. El hecho de perder a uno de nuestros padres, pareja e incluso un hijo, en el peor de los casos, nos puede sumir en emociones y sentimientos profundamente negativos, como el de confusión, miedo y tristeza.
Estas emociones, con el tiempo, pueden suponer problemas psicológicos muy importantes, desde la ansiedad a la depresión. Y es que una pérdida genera un duelo en los allegados y, como tal, es una herida que debe de cicatrizar. El problema es: ¿cómo cicatriza y cuándo debe de hacerlo?
Por norma general, en el mundo de la psicología hablamos de las fases de duelo. Se trata de una serie de etapas por las que toda persona necesita pasar para que “su herida” se cicatrice finalmente.
Por eso, en este artículo quiero incidir en qué es, sus fases o etapas, así como en qué situación se requiere la ayuda de un psicólogo.
¿Qué son las Fases de Duelo?
Si bien es cierto que ya hace 50 años que se expuso esta teoría, las etapas del duelo explican las diferentes fases por las que ha de pasar una persona ante la pérdida de un ser cercano.
Son cinco fases que, tras su finalización, indican que la persona que la ha padecido puede pasar página y se siente emocionalmente estable, aunque ello no signifique “olvidar para siempre” a su ser querido.
Esta teoría fue explicada por la psiquiatra suizo-estadounidense Elisabeth Kübler-Ross, dentro de su libro sobre la muerte y el morir”.
Las 5 Fases del Duelo
Ahora, os voy a mostrar en qué consisten estas cinco fases de duelo.
1. La Negación
La primera etapa es un mecanismo que nos protege ante el propio dolor que sentimos ante la pérdida de un ser querido. Se trata de la negación. Sobre todo cuando se produce de forma inesperada, el cerebro se encarga de negar la información, aunque también sucede en casos en el que el fallecimiento era previsible.
2. La Ira
Después de la negación, muchas personas cuestionan las razones del fallecimiento de su ser querido. Es más, se trata como si fuera una injusticia. Es aquí cuando aparece la ira, cuando el enfado se hace patente con otras personas o contra el propio mundo.
3. La Negociación
La tercera fase del duelo es conocida como la negociación. En este momento, la persona que lo padece piensa en hipotéticas situaciones que podrían haber cambiado ese trágico desenlace. De hecho, se tiende a fantasear con qué no hubiese fallecido nuestro ser querido.
4. La Depresión
Esta etapa no debe de confundirse con el diagnóstico clínico de la depresión. La fase hace hincapié en emociones como la tristeza o el aislamiento al pensar que no hay motivación suficiente para continuar viviendo.
5. La Aceptación
Esta fase hace referencia a la capacidad de la persona para sobreponerse, aprendiendo a convivir con el dolor que sienten por la pérdida, pero también sintiendo emociones como la alegría y el placer. Es decir, se termina por asimilar la pérdida, se acepta y se recuerda con cariño y paz.
Si bien es cierto que esta teoría se conoce como si fuera un conjunto lineal de etapas, la realidad es bien distinta. Cada persona es un mundo y puede mostrar diferentes etapas en momentos desordenados o volver a una etapa anterior. El período para pasar por cada fase es también distinto de cada persona.
¿Y cómo conseguir pasar página? Lo más recomendable es realizar la rutina a la que uno estaba habituado antes de que falleciera ese ser querido. El problema es cuando, antes de la pérdida, se era tremendamente dependiente de esa persona. Si estaba acostumbrado a pasar todo el tiempo con esa persona, puede ser mucho más complejo superar el duelo.
Con el paso del tiempo, estas heridas se suelen cerrar, pero hay veces que el sentimiento es demasiado fuerte, donde destaca el sentimiento de culpa y autorreproches.
A partir de ahí, podríamos encontrar síntomas clínicos para los cuales es mejor contar con un profesional especializado. En mi consulta, trato con pacientes que les cuesta pasar el duelo y que sufren de ansiedad y depresión, ¡consúltame!