Preguntas frecuentes

Cualquier persona puede hacer terapia, tenga o no algún problema psicológico. En caso de existir alguna problemática real, contamos con intervenciones psicológicas avaladas y eficaces para tratar de dar solución a aquello que se nos presente.

Sin embargo, en muchas ocasiones son los propios pacientes los que tienen un fuerte deseo de desarrollo personal, quieren conocerse más a sí mismos o simplemente desean encontrar un espacio de desahogo y conseguir así cierta descarga emocional. Para estos casos existe un formato de Terapia de Crecimiento Personal que se muestra beneficiosa para conseguir estos objetivos.

En primer lugar, la psicoterapia proporciona un espacio único donde el paciente puede expresar todos sus pensamientos, preocupaciones, ideas, deseos… La terapia se apoya en la escucha activa por parte del psicólogo de todo ese material, a fin de que el paciente y el terapeuta vayan reconstruyendo la psicobiografía del primero, cerrando viejas heridas y refozando todas las caracterísitcas positivas de personalidad con las que ya cuente el paciente.

En algunos casos, y siempre para facilitar todo ese flujo de pensamientos, preocupaciones, etc. por parte del paciente, se empleará el diván. Este elemento tiene por objetivo que la persona pueda reconstruir su propio camino de forma más personal, todo ello junto con las intervenciones (directrices, counselling, clarificaciones, valoraciones, etc.) de la mano del psicólogo.

En el apartado Terapia psicológica podrás encontrar más información sobre mi método de trabajo.

Cada sesión de terapia individual tiene un coste de 70€. No obstante, esta cifra es orientativa, ya que hay descuentos para determinados colectivos.

Mi idea es que el precio de la terapia debe dejar de ser un obstáculo para ponerte en mano de profesionales de la Psicología.

Por norma general, la frecuencia de las sesiones será de una por semana, aunque éste es otro factor que vendrá dado por la demanda del paciente, indicación terapéutica y problemática presentada.

Según se vaya aproximando el final de la terapia, las sesiones se irán espaciando en el tiempo. Habitualmente, en los primeros meses hay una sesión de terapia por semana, después una sesión cada quince días y más tarde una sesión cada mes; hasta llegar a las sesiones de seguimiento, que suelen programarse cada seis meses.

Las sesiones de seguimiento tienen por objetivo evaluar y comprobar que los cambios adquiridos a través de la Psicoterapia se mantienen en el tiempo y proporcionar asistencia psicoterapéutica en caso que la persona vuelva a necesitarla.

Por otro lado, cada sesión de psicoterapia tiene una duración aproximada de cuarenta y cinco minutos.

Esta pregunta depende de la problemática presentada y del grado de compromiso que el paciente adquiera con la terapia. Habitualmente, las mejorías terapéuticas aparecen a las 30 sesiones, si bien esta cifra sólo es válida para aquellas personas que presenten un problema muy concreto y que no se haya extendido a muchas áreas de su vida (hablamos de lo familiar, laboral, amistades, pareja,…).

No obstante, siempre se apuesta por la flexibilidad en cuanto a la duración de todas las Terapias Psicológicas. Mientras que algunas personas pueden avanzar mucho en unos meses de terapia, otras pueden necesitar mucho más tiempo para conseguir los mismos resultados.

Los psicofármacos pueden producir un alivio a corto plazo de los síntomas (ansiedad, angustia, depresión, etc.) que padecen las personas que tienen algún tipo de problema o trastorno mental. Los más comunes son los antidepresivos, ansiolíticos, hipnóticos… Sin embargo, no enseñan nuevas formas de afrontar y solucionar los problemas.

La terapia psicólogica, por el contrario, suele llevarse a cabo por un Psicólogo cualificado, y puede darse conjuntamente con la toma de medicación. El objetivo prioritario de la psicoterapia o terapia psicológica es que el paciente aprenda nuevas habilidades de afrontamiento, solucione sus problemas y encuentre una vía de escape a su angustia. Una ventaja de la psicoterapia frente a los psicofármacos es que no produce ningún efecto secundario (en algunos antidepresivos puede aparecer disfunción sexual, alteraciones del sueño y molestias gastrointestinales; mientras que en algunos ansiolíticos pueden darse alteraciones del sueño, riesgo de adicción y descenso del rendimiento mental, entre otros).

NOTA: el tratamiento psicofarmacológico no debe interrumpirse bruscamente, y siempre ha de estar supervisado y prescrito por un médico.

Rotundamente sí. Sólo en casos muy graves o extremos el problema puede cronificarse, pero no suele ser lo habitual. Además, el que una persona supere un problema psicológico depende en gran medida de su implicación en la terapia.

Los psicólogos solemos decir que cuando una persona reconoce que tiene un problema y busca ponerle solución, ya está hecha la parte más difícil de la terapia.

Puedes llamar al teléfono 622 176 240 o escribir un mail a rafaelsalas@cop.es.
Si optas por enviarme un mail, déjame tus datos de contacto y te llamaré lo antes posible.

Encontrarás más información de contacto  en la sección de cita previa.