Muchas veces, el día a día se nos puede hacer cuesta arriba. Tal es así que parece que no podemos ni parar a respirar. Ya sea por el trabajo, nuestras tareas en casa o relaciones con la familia, podemos encontrar en muchos momentos que nos falta aire, que nuestras pulsaciones se aceleren y no encontremos, en términos generales, angustiados y estresados.
Si es así, es más que probable que padezcas estrés. ¡Ojo! Porque muchas veces se habla de estrés y también de ansiedad, de forma conjunta, porque muchas veces se tienden a confundir, pero no es exactamente lo mismo.
Por eso, en este artículo os quiero hablar de la diferencia entre ambos conceptos y, sobre todo, de diversas técnicas que nos pueden ayudar a paliar los problemas derivados del estrés.
Estrés y ansiedad, ¿son lo mismo?
Como ya he comentado anteriormente, muchas veces se habla de el estrés y la ansiedad como un mismo problema y es cierto que pueden estar íntimamente ligados, ¡pero no! No es lo mismo.
Cuando hablamos del estrés, encontramos diversos síntomas que nos pueden ayudar a diagnosticarlo con claridad, síntomas donde también se pueden encontrar los propios de la ansiedad.
Por lo tanto, la ansiedad, en todo caso, se incluiría dentro de la sintomatología del estrés. Sin embargo, el estrés se debe a una situación concreta y real que nos angustia, cuando la ansiedad tiende a ser una situación que se centra más en el propio imaginario de la persona. Es decir, en su cabeza, y en muchas ocasiones de manera irracional y subjetiva.
Sin embargo, el estrés es una respuesta natural a situaciones de peligro y a la que no le encontramos solución.
¿Qué quiero decir con esto? Que con el estrés es muy fácil localizar el problema. Podemos sentir estrés porque la situación laboral es complicada, por ejemplo, o sentir estrés por la presión de un examen importante.
Eso sí, si el estrés se produce de forma muy continuada, se puede volver crónica, teniendo así también los síntomas propios de la ansiedad que también repasaré en este artículo.
En caso de que se vuelva un problema crónico, te recomiendo que solicites cita de terapia para combatir la ansiedad. Asimismo, algunos de los síntomas, repetidos de forma continuada, pueden producir depresión. Si lo necesitas, también te puedo ayudar mediante una terapia para la depresión.
Los signos del estrés se presentan de diversas formas y pueden afectar de manera distinta a nuestro cuerpo. Antes de ver diferentes técnicas para paliar el estrés, vamos a ver cuáles son los problemas que podemos sufrir al padecerlo.
Problemas derivados del estrés
A nivel físico
Puede que sea a nivel físico donde puedas ver algunos de los síntomas más notorios del estrés. El estrés puede hacer, entre otras cuestiones, que padezcamos taquicardias y dificultades para respirar, algo también muy propio de la ansiedad.
De igual manera, las personas con estrés pueden tener problemas de pérdida o aumento de peso repentino y dolores musculares, así como dolores de cabeza, de estómago y desajustes hormonales.
A nivel emocional
Es, a nivel emocional, donde podemos ver muchos de los síntomas que se relacionan con la ansiedad. Desde la incapacidad para relajarse, al sentimiento de soledad, los efectos del estrés pueden volverse crónicos si no se saben atajar a tiempo.
En esta situación, la persona que lo padezca estará continuamente en estado de alerta, algo muy propio de la ansiedad, mientras que el sentimiento de soledad continuo puede derivar en depresión.
Problemas cognitivos y de conducta
Además, con el estrés pueden surgir diversos problemas cognitivos, entre los que destacan la falta de concentración, ciertas pérdidas de memoria, así como un constante bucle de pensamientos negativos, produciendo episodios de ansiedad y depresión.
También pueden surgir otros problemas de conducta, como episodios de ira, mal humor o risa nerviosa. Igualmente se puede traducir en el aumento de ingesta de sustancias nocivas para el cuerpo, como el tabaco o el alcohol.
4 técnicas para paliar el estrés
Como habrás podido observar, es necesario saber dominar el estrés ya que, a lo largo de nuestra vida, seguro que nos encontramos con situaciones estresantes, ¡claro está! Pero saber cómo actuar en esos momentos puede aportarte grandes beneficios y, sobre todo, ayudarte para preparar mejor este tipo de situaciones complicadas.
A continuación, os voy a dar una serie de recomendaciones que, a buen seguro, os pueden ayudar a prevenir el estrés.
Deporte y actividad física
No cabe duda de que la actividad deportiva es una de las mejores recetas para paliar el estrés. Gracias al ejercicio, nuestro cuerpo regula las endorfinas, además de generar adrenalina. Con esto, lo que se logra es un estado anímico más estable y menos propenso a las diferentes alteraciones que se puedan sufrir, propias del estrés. Además, ayuda a olvidarse de las diferentes preocupaciones, concentrándonos simplemente en hacer deporte.
Lo recomendable es combinar diferentes actividades que puedan ayudar a relajarnos, realizando ejercicio de intensidad media- alta mínimo 3 días a la semana. El resto de días, andar durante 45 minutos debería de ser suficiente para liberar la mente.
Alimentación
Otro punto clave en la prevención del estrés pasa por la alimentación. Tener una dieta adecuada, compensada y que incluya una buena cantidad de verduras, fruta y pescado es tremendamente beneficioso para poder estabilizar nuestro cuerpo ante diferentes situaciones contraproducentes.
Respiración
Uno de los primeros síntomas con los que nos encontramos al padecer estrés reside en la respiración, por lo que una buena manera de cuidarnos frente a estos ataques es precisamente controlándola de forma conveniente.
Para ello, tenemos que centrarnos únicamente en la respiración y en que ésta sea profunda, regular y pausada. Inspirar por la nariz y expirar por la boca te ayudará enormemente a hacerlo de forma correcta.
Descanso y relax
Una buena manera de afrontar el estrés se encuentra en el descanso. Si bien es cierto que lo es para todo el mundo, para las personas propensas a este tipo de síntomas es tenerlo muy en cuenta.
Descansar un mínimo de 7 horas y tener momentos de relajación a lo largo del día, nos pueden ayudar sobremanera.
Con todas estas técnicas, estoy seguro de que reaccionaréis mejor. Recordad que el estrés es algo natural y que nos pasa a todos, ¡pero no todos contamos con las mismas herramientas para controlarlo!