Procrastinación: qué es y cómo superarla

por | Feb 24, 2023 | artículos | 0 Comentarios

¡Ya lo haré mañana! ¿Quién no ha dicho eso alguna vez? Es muy normal que ciertas tareas obligatorias que no nos apetecen hacer en el momento y decidimos hacerlo en otro momento. A todos nos pasa. El problema es que se aplace demasiado y que suceda con diversas tareas a la vez.

Últimamente, este tipo de desidia ha estado en boca de muchos coaches y expertos en motivación: la procrastinación. En este artículo, me sumo a la tendencia para hablar sobre lo que es la procrastinación y sí, también te quiero dar una serie de recomendaciones para que no sea un obstáculo en tu día a día.

¿Qué es la Procrastinación?

La procrastinación es el hábito o conducta caracterizado por aplazar algunas actividades concretas que nos puedan resultar tediosas. Así, y aun a pesar de la intención de que la persona quiera realizarla, termina por dejar estas tareas para otro momento.

El problema de este hábito reside en lo que puede esconder, como son una serie de problemas de autorregulación y de organización del tiempo.

Sin embargo, en muchas ocasiones, lo que algunos denominan como procrastinarían es simplemente pereza ante algo que no le apetece hacer, sin mayores consecuencias. ¿Qué es lo que sucede? Que hoy en día el mensaje que se tiende a enviar es que siempre hay que estar haciendo algo con un objetivo claro, para ser productivo.

Obviamente, aquí podría haber un amplio abanico de opiniones sobre lo que realmente es ser un procrastinador o no y en las causas que hay detrás. El primer punto es realmente difícil de determinar.

Es decir, ¿dónde está el límite para que sea procrastinación o no? Para empezar, ya sería algo subjetivo porque depende de si la tarea aplazada es obligatoria o no y de si el sujeto la considera como tal.

Tipos de Procrastinación (y sus Causas)

Desde el punto de vista psicológico, es algo muy complejo, pero al menos hay estudios que sí nos hablan, de forma fehaciente, sobre los tipos de procrastinación que existen y las razones que lo pueden explicar.

En primer lugar, se puede hablar de la procrastinación evitativa. En algunas personas, se aplazan tareas porque quiere evitar dicha tarea, creyendo que le faltan conocimientos o capacidades para efectuarle, queriendo evitar el fracaso al no poder completarla. Lo que le frena al sujeto para hacer esa tarea es la falta de autoestima. En algunos casos, puede ser porque es demasiado perfeccionista.

La procrastinación arousal, por el contrario, se refiere aquellas tareas que una persona retrasa sus tareas porque quiere esperar a última hora para sacarla, esperando “el subidón” de hacerlo bajo presión. En estos casos, puede haber detrás los mencionados problemas de autorregulación o de organización del tiempo.

En otros casos, cuando se habla de la procrastinación decisional, surge de las dos situaciones anteriores, donde el miedo al fracaso y la subida de adrenalina por la presión pueden hacer que la persona que lo padece se sienta indecisa.

Además de todas las causas mencionadas anteriormente, puede haber otras razones para la procrastinación, como la ausencia de motivación ante la tarea a efectuar, restándole importancia o la falta de autodiscplina.

En otros casos, la procrastinación pude estar relacionada directamente con un problema de salud mental. Así, las personas que tienen cuadros depresivos tienen a aplazar tareas al máximo, incluso no realizándolas al final. Las personas que padecen  TDAH, ante la falta de motivación de ciertas tareas, también pueden tener problemas para adquirir esa disciplina.

Si necesitas ayuda psicológica a este respecto, puedes saber más sobre la terapia para la depresión que ofrezco en mi consulta.

Superar la Procrastinación

Se necesita fuerza de voluntad para  vencer la procrastinación. Obviamente, es necesario forzarse para cambiar este tipo de conductas. Ahora bien, el problema aquí es paradójico. Tienes que esforzarte para quitarte algo que te da pereza.

En este sentido, y sabiendo que es natural no querer hacer cosas que no nos apetecen, lo fundamental es ir a los hábitos. Las rutinas y hábitos son los que nos ayudarán a quitarnos esa falta de motivación.

Ya te adelanto que esto no es cosa de un día. De hecho, hay estudios que marcan que adquirir un nuevo hábito puede costar a una persona entre 18 y 254 días, ¡ahí es nada! Si te va a esforzar, te aconsejo los siguientes pasos para intentar este importante cambio.

Planificación de objetivos

Todo empieza por los objetivos que quieras conseguir y de que éstos sean realistas. De hecho, cuanto más realistasea el objetivo, más fácil te será no procrastinar. Si ves que algo es realizable, es más fácil encontrar la motivación para hacerlo.

Organización de día y trabajo

Ya he comentado antes que la falta de organización es un problema a combatir. Aquí, hay que tener en cuenta dos cuestiones. Por un lado, es necesario organizarse en el día a día y saber qué tiempo destinar a cada actividad. El objetivo es no tener que esforzarse en tan siquiera qué hacer, para que todo sea más “automático”.

En lo que respecta a las tareas, sobre todo si son laborales, lo mejor es dividir en pequeñas tareas a cubrir en menos tiempo, para no pensar en todo lo que te queda por delante.

Concentración

Las distracciones son siempre una buena excusa para terminar aplazando una tarea. Por ello, lo mejor es crear un ambiente que favorezca la concentración a la hora de realizar ciertas tareas, donde no haya ruidos innecesarios. Evitar mirar el móvil será también un reto, a buen seguro.

Siguiendo estas recomendaciones, seguro que te es más fácil superar la procrastinación. Recuerda que este cambio tan importante necesita de mucho tiempo y prueba-error.