En la vida, no siempre vamos a conseguir todo lo que queremos. Nos vamos a ir encontrando con barreras y, en ocasiones, nuestra autoestima se verá afectada cuando nos encontremos con una expectativa que se ha visto frustrada. Sí, hablo del rechazo y lo difícil que es afrontarlo, en algunas ocasiones.
Cuando se habla de rechazo, la mayoría de las personas lo asocian a la vida sentimental, a que la persona que te gusta no muestre unos sentimientos recíprocos. Ahora bien, hay otras muchas situaciones donde una persona se puede sentir rechazada.
Hay personas que se pueden ver afectadas por el rechazo y que les afecte de por vida. Hay casos realmente dramáticos, como el caso de que un niño sea abandonado por sus padres, pero otros son más habituales, como los rechazos amorosos de la adolescencia.
El rechazo lo podemos encontrar, en muchas otras acepciones. Por ejemplo, pueden rechazarnos para un puesto de trabajo deseado. Es más, este tipo de rechazos, al poder ser muy frecuentes en el contexto de crisis, puede realmente “minar” la moral de las personas.
Por eso, en este post, os quiero hablar precisamente del rechazo y, lo que es más importante, de cómo poder afrontarlo y gestionarlo adecuadamente.
El Rechazo y la Autoestima
Simplemente, os he dejado una serie de ejemplos de rechazos que podemos sufrir a lo largo de nuestra vida. Como podréis imaginar, y más si lo habéis vivido, no es fácil asumirlos. Todo el mundo quiere tener éxito, ¡es lo que nos motiva!
Por el contrario, tendemos a establecer el rechazo como un fracaso o una decepción. Efectivamente, es justo lo contrario y suele ser un motivo más de desmotivación. La cuestión es cómo te tomas un rechazo. Puede que lo veas como algo puntual y que se debe a esa situación concreta, o puedes tomártelo como un ataque gravísimo hacia tu persona.
Entre ambas hay un abismo, pero la diferencia es solo una: la autoestima. Así, un persona con una elevada autoestima encaja mucho mejor este tipo de golpes, mientras que alguien con la autoestima baja se “ahogará en un vaso de agua”.
Como ya podrás intuir, para saber gestionar el rechazo, la mejor manera es conseguir elevar la autoestima. Y sí, ¡hay que trabajar duro para conseguirlo!
Precisamente, una de las especialidades en mi clínica es la de conseguir tratar los problemas de autoestima de los pacientes, ¡puedes saber más aquí!
Recomendaciones para Superar el Rechazo
Os voy a dar una serie de recomendaciones que os pueden ser útiles y donde el trabajo de la autoestima va a ser fundamental.
Crear un Muro de Protección
Una de las cuestiones más importantes que se deben de realizar, para afrontar el rechazo, es no tomárselo como algo personal. Es decir, no por el hecho de que hayas fracasado en una situación, signifique que eres un fracasado. Ni que porque no le gustes a otra persona es que no le puedas guastar a nadie o que no seas una persona atractiva.
Los rechazos dependen también de la situación de la persona que rechaza. Por ejemplo, en una relación, puede que no esté preparado para ello. Puede que en un trabajo no te acepten porque no es lo que estén buscando, aunque seas una persona válida para otro tipo de empleo.
Por todo ello, hay que establecer un muro de protección, para no tener que centrarnos solo en unas limitaciones que, además, no tienen por qué corresponder con la realidad. No hay que estar rebuscando continuamente los motivos de dicho rechazo. Simplemente, son cosas que pasan.
Establecer el rechazo como un momento a superar
Muy relacionado con el punto anterior, cuando una persona sufre el rechazo, debe de establecerlo como algo puntual. Es habitual que suponga una pequeña crisis personal y que, por ello, exista un duelo emocional. Hasta ahí, todo correcto.
Sin embargo, tiene que ser algo momentáneo. En este sentido, una buena forma de afrontarlo es cambiando totalmente de perspectiva. Hacer un análisis de lo ocurrido, sin necesidad de socavar nuestra autoestima, y que nos sirva de aprendizaje para situaciones similares.
Es decir, pensar en lo sucedido y extraer una serie de conclusiones que sí nos puedan resultar positivas para el futuro.
Aceptar el Rechazo
Como ya he comentado, es normal tener un duelo emocional, ante un rechazo. Eliminar por completo las emociones no solo es muy complejo, puede ser hasta contraproducente. Hay que aprender a aceptar el rechazo y no en convertirnos en rehenes del mismo.
Gracias a aceptar el sufrimiento propio, se puede conseguir una gran capacidad para transformar dicho sentimiento en una guía con la que poder crecer en el futuro, para poder recuperar la motivación y la ilusión. Del rechazo pueden surgir nuevas oportunidades, ¡no lo olvides!
Más aún, conseguir aceptar el rechazo no solo hará que tengas una mejor capacidad para evitar estos duros golpes en el futuro. Te ayudará a ponerte en la piel del otro para saber hacerlo, de la mejor manera posible, cuando te toque a ti tener que rechazar a alguien. En la vida, no solo nos rechazan, también rechazamos a otras personas, ¡recuérdalo!
Con este tipo de recomendaciones, estoy seguro de que contarás con un mayor número de recursos para poder afrontar un rechazo.