Cómo superar el trastorno adaptativo debido a situaciones de aislamiento

por | Mar 22, 2024 | artículos | 0 Comentarios

El trastorno adaptativo debido a situaciones de aislamiento es un fenómeno psicológico que puede ocurrir después de largos períodos de confinamiento o aislamiento. Se caracteriza por un sentimiento entre el miedo, la inseguridad y la ansiedad ante la idea de abandonar el hogar y enfrentarse nuevamente al mundo exterior. Aunque este no se reconoce oficialmente como un trastorno psicológico, muchas personas han experimentado los síntomas y efectos negativos de este trastorno.

¿Qué es el trastorno adaptativo debido a situaciones de aislamiento?

El trastorno adaptativo debido a situaciones de aislamiento, hace referencia a la sensación de seguridad y protección que se experimenta al permanecer dentro del hogar durante un período largo de tiempo. Después de establecer nuevas rutinas y adaptarse a la vida en confinamiento, algunas personas pueden experimentar miedo e incomodidad al enfrentarse a la idea de salir de casa y retomar sus actividades cotidianas.

Cuando hablamos del trastorno adaptativo debido a situaciones de aislamiento, vemos que uno de sus orígenes se dio durante la fiebre del oro en los Estados Unidos en el siglo XIX. Los buscadores de oro, después de pasar largos períodos en chozas aisladas, mostraron síntomas de ansiedad, estrés y rechazo a la civilización al regresar a la vida normal. Este trastorno volvió a cobrar importancia tras al confinamiento que se realizó por la pandemia de la COVID-19 y las medidas de confinamiento implementadas para prevenir la propagación del virus.

Síntomas del trastorno adaptativo por situaciones de aislamiento

El trastorno adaptativo por situaciones de aislamiento puede manifestarse de distintas maneras en cada persona, pero algunos de los síntomas más comunes incluyen:

  • Irritabilidad.
  • Tristeza.
  • Miedo.
  • Angustia.
  • Frustración.
  • Cansancio.
  • Falta de motivación.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Problemas de memoria.

Estos síntomas pueden variar en intensidad y duración, y pueden afectar la calidad de vida de una persona.

Causas y factores de riesgo

Como ya hemos ido mencionando anteriormente, el trastorno adaptativo debido a situaciones de aislamiento puede ser causado por una combinación de factores físicos, emocionales y psicológicos, como el confinamiento prolongado, la falta de contacto social, la rutina alterada, el miedo al contagio y la incertidumbre sobre el futuro. Estos pueden ser algunos de los desencadenantes más comunes de este trastorno. Además, algunas personas pueden tener un mayor riesgo de desarrollarlo, por ejemplo, aquellos que viven solos, las personas mayores y aquellos que han sufrido experiencias traumáticas durante el confinamiento.

Cómo superar el trastorno adaptativo por situaciones de aislamiento

Superar este este trastorno puede llevar tiempo y esfuerzo, pero existen estrategias que pueden ayudar a manejar los síntomas y facilitar la transición hacia una vida más activa y social. Algunas pautas para superar es trastorno pueden ser:

  • Establecer una rutina diaria.
  • Salir gradualmente.
  • Establecer metas alcanzables.
  • Mantener el contacto social a través de videollamadas.
  • Realizar actividades placenteras.
  • Buscar apoyo profesional.
  • Practicar el autocuidado.
  • Aceptar el miedo y la incertidumbre.
  • Ser paciente y compasivo consigo mismo.

El trastorno adaptativo por situaciones de aislamiento, como su nombre bien indica, es producto de largos períodos de confinamiento o aislamiento, lo que desafía la estabilidad psicológica al generar emociones como miedo, inseguridad y ansiedad ante la idea de abandonar el hogar. Aunque no reconocido oficialmente como trastorno, su impacto en la calidad de vida de la persona que lo padece es innegable. Pero, con tiempo y las estrategias adecuadas, es factible superarlo y retomar una vida plena y activa. Para ello, es muy importante que se cuente con el apoyo profesional de un psicólogo si los síntomas persisten o se vuelven abrumadores.

Estos síntomas pueden variar en intensidad y duración, y pueden afectar la calidad de vida de una persona.